A un cruzado caballero,
garrido y noble garzón,
en el palenque guerrero
le clavaron un acero
tan cerca del corazón,
que el físico al contemplarle,
tras verle y examinarle,
dijo: «Quedará sin vida
si se pretende sacarle
el venablo de la herida».
Por el dolor congojado,
triste, débil, desangrado,
después que tanto sufrió,
con el acero clavado
el caballero murió.
Pues el físico decía
que, en dicho caso, quien
una herida tal tenía,
con el venablo moría,
sin el venablo también.
¿No comprendes, Asunción,
la historia que te he contado,
la del garrido garzón
con el acero clavado
muy cerca del corazón?
Pues el caso es verdadero;
yo soy el herido, ingrata,
y tu amor es el acero:
¡si me lo quitas, me muero;
si me lo dejas, me mata!
(RUBÈN DARÌO)
(RUBÈN DARÌO)
que buen poema esta muy bien ,a que el color azul esta muy bien =)grax por pasarte....
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ResponderEliminarehiii!! geniial poema ... me encato! =D
ResponderEliminar=D
«Quedará sin vida
si se pretende sacarle
el venablo de la herida». ahah esa parthe como dialogo! me gusto!
Pues el caso es verdadero;
ResponderEliminaryo soy el herido, ingrata,
y tu amor es el acero:
¡si me lo quitas, me muero;
si me lo dejas, me mata!!!!
esa es la mejor parte
me gusta su blog!
muy buen trabajo!
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angιezιтa♪